Entre Edipos (Análisis compativo ce una obra literaria)


Entre Edipos
(Análisis comparativo ce una obra literaria)

 

Virgilio Díaz Grullón (1924-2001) dominicano, nacido en Santiago, inició escribiendo cuentos a la edad de 32 años con una destreza muy significativa; pero una de sus habilidades más notables, era la de elaborar este tipo de género con una complejidad psicológica sorprendente y el uso mínimo de palabras. Entonces, en una de sus obras llamada Edipo, se encuentra una historia asentada en un mito, del cual se partirá para hacer una mitocrítica por medio de lecturas, comparaciones y pensamientos críticos que servirán para analizar el cuento de la misma manera en que se hace un mito. Por lo tanto, comprenderemos los rasgos entre tejidos de Edipo Rey de Sófocles y Edipo de Virgilio que muestran conflictos edípicos escondidos en cada una de estas obras. Sin embargo, la base de este análisis estará fundamentada en entender las actitudes extrañas que Eduardo en Edipo sostuvo desde la muerte de su padre. Encima, este ensayo servirá como modelo para todos aquellos maestros que necesiten entender cómo realizar un análisis mitocrítico a partir de un cuento.

   Edipo rey es elaborada por el poeta trágico Griego Sófocles, que escribe sobre un mito de un rey que se llamaba Edipo que tenía una esposa “Yocasta”. Pues, un día Edipo rey manda a matar a unos hombres y por error mataron a la persona equivocada, a su padre el rey Layo, pero este no lo sabía. Un día se descubrió (por la maldición que le había llegado) que él había matado a su padre y estaba casado con su madre y sus hijos eran sus hermanos. En cambio, en el cuento Edipo de Grullón se basa en una historia adecuada a hechos reales, donde un padre que maltrataba a su hijo muere de forma inesperada. Entonces, el hijo llamado Eduardo logra liberarse de un yugo que le impedía vivir de forma normal, y desde el entierro de su progenitor comienza a planificar esa vida que tanto le impedía su padre.

Ahora bien, la relación que existe entre estas dos obras se puede reflejar primero en la muerte de su progenitor masculino, ya que a ambos se le muere el padre. Segundo, a uno le atormentaba una maldición y a otro le atormentaba los abominables recuerdos que su padre construyó en su memoria. Tercero, ambos amaban en sobremanera a su madre; en Edipo rey él estaba casado con su madre y en Edipo de Grullón su madre era en la que él encontraba auxilio. Cuarto, en Edipo rey este al conocer que el asesino de su padre andaba con vida, lo maldice sin saber que sé está maldiciendo así mismo. Pero, ya en Edipo, a pesar de que odiaba las actitudes agresivas de su padre, este la llevaba en su consciente, esto se puede entender en el momento que el ataúd no logra entrar en el nicho y este utiliza la brusquedad para que entre. Quinto, Edipo rey se siente mal luego de conocer la realidad oculta y en Edipo de Grullón, Eduardo se siente liberado con la muerte de su padre. Por otro lado, sólo podemos ver a Eduardo de Edipo como un héroe cuando este termina de entrar el ataúd de su padre al nicho, aquella agonía que afectaba a todos, finaliza, cuya agonía se trataba de su padre. Entonces, la imagen del régimen sintético es trabajado en esta obra, cuando Eduardo menciona que su padre muere nueve horas antes de su entierro, esto refleja que, unos minutos antes de esas horas su alma permanecía en su cuerpo, es decir que existía la unión de estados opuestos (vida/muerte). De otro modo, podemos señalar que este escrito posee muchos aspectos vislumbrantes, por el uso excesivo de los puntos suspensivos que no terminan de aclarecer completamente algunos aspectos que pudieran ser determinantes para conocer la trama que esconde la historia.

Pues, Eduardo de Edipo, tenía un sentimiento de rencor hacia su padre, tuvo malas experiencias con él, que lo marcan y lo obstruyen en la plenitud de su vida. De igual manera, adquirió esos impulsos emocionales de su padre. También, es evidente que este joven pudo ser el asesino de su progenitor. Puesto que, desde el inicio se muestra ese misterio que subyace en los pensamientos de este joven, y esto se ratifica desde el inicio de la narración donde dice: “Durante la breve ceremonia había permanecido abstraído de cuanto le rodeaba” (Díaz, 1958).  Es decir que, en ese momento podía estar abstraído por el hecho que acababa de ejecutar. Aquí también se asienta esa idea pecaminosa que posiblemente fue la que liberó a Eduardo, el cual estaba cansado de tanto agravio. Igualmente, una prueba de esto era la precisión con la que el hijo sabía la hora justa de la muerte de su padre, esto se identifica en la parte donde dice: “hacía justamente nueve horas que había muerto y a Eduardo le sorprendió aquella cronométrica exactitud” (Díaz, 1958). O sea, cómo este sabía la hora justa en la que murió su progenitor si no estaba en ese momento de desolación ¿No sería este el productor de esta muerte? Asimismo, podemos decir que el odio hacia su padre era tan inmenso que todavía después de muerto quería que su padre siguiera sufriendo, ya que cuando iban con el ataúd de él, este quería que se cayera, esto se evidencia en el fragmento de la narración que dice que Eduardo estaba “atento al desarrollo de la trama y secretamente confiado en un final sorpresivo y dramático…” (Díaz, 1958). Otra confirmación, no menos importante es cuando una persona trata de apoyarlo en este momento de supuesta agonía y este individuo le toca el hombre y Eduardo se asusta, esto se muestra donde dice: “Una mano se apoyó en el hombro de Eduardo y una voz dijo a su espalda: Le acompaño en su sentimiento, joven. Gracias, muchas gracias, respondió sobresaltado” (Díaz, 1958). Entonces la pregunta sería ¿por qué hay que asustarse sí no hay nada que temer? Todas estas evidencias reafirman y aclarecen esas dudas que el mismo texto nos crea y nos retumban.

De modo similar, podemos referir el uso obsesivo de metáforas y símiles que nos hacen conocer como este hijo describía y percibía a su padre, un ejemplo de esto es donde dice: “Alto y macizo como una torre. Con músculos de hierro y manos poderosas... Aquellas manos enormes como palas”.  Por ende, aquí se presenta el miedo que tanto le tenía por la descripción que le hacía. Por otro lado, dentro de este cuento existe anacronía, específicamente analepsis donde Eduardo, en cada cierto momento le llegan recuerdos frustrantes de su padre. También, podemos encontrar la presencia indirecta de su madre que era como aquella heroína que lo cuidaba cuando el ogro le hacía daño.  Por otra parte, aquellas personas que están en el entierro se percibe que asistieron como si tuvieran algún tipo responsabilidad con el padreo con el hijos, porque todos durante ese momento estuvieron silenciosos y atentos a lo que sucediera, sin expresar ningún grado de dolor (llanto).

En efecto, se puede percibir el uso psicológico que al autor construye en cada una de las ideas que el plasma en la narración. Particularmente, buscando que el lector cree una serie de interrogantes que fusionen las imágenes encontradas. Pues, en el desenlace de ambos escritos tanto Edipo rey como Edipo muestran ese choque entres familias. Puesto que, cada uno de los personajes principales tiene que luchar con una batalla interna que oprime a uno y libera a otro. Hay que saber que Eduardo de Edipo a diferencia de Edipo rey, es una realidad que ha afectado a la mayoría de las personas que han crecido junto a padres agresores. Incluso, continuamente sucede que estos hijos que nacen en estos ambientes adquieren esta actitud o se escapan de la mano de estos opresores, hasta a veces desean que esta situación desaparezca, buscando lo mismo que Eduardo, la muerte de sus padres. Pero, ya en Edipo rey, es un mito difícil de repetir. Sin embargo, esto no quiere decir que no tengan relación, ya que, si la tiene debido a que en ambos transcurrió un conflicto edípico, pero con diferentes personajes y distintos contextos. No obstante, ambos arrastran esa teoría psicológica sobre la atracción exagerada hacia la madre y esa rivalidad hacia al padre. Por consiguiente, los maestros a la hora de emprender este análisis mitocrítico deben saber relacionar y a la vez separar la realidad de cada situación. En suma, ambas historias nos enseñan que existen conflictos familiares que pueden ser caóticos. En mi opinión, debemos aprender a sobrellevar cada una de las situaciones que se dan en cada familia y saber que los hijos son un valde vació y que los padres son los encargados de llenarlo. Igualmente, que los hijos asumirán de forma forzosa todas aquellas locuras que persiguen y oprimen a sus padres. Por lo tanto, los hijos no son una replica exacta de los padres para compartirle todas sus marcas o huellas. En sí, son como lienzos que absorben todo aquellos que pintamos, por eso hay que tener cuidado con cada una de las líneas que trazamos y con esas gotas de pintura que pueden inmiscuirse.

 

 De: Gelmarlin Rosario De Los Santos (17/10/2020)


Referencia

Díaz. (1958). VIRGILIO DÍAZ GRULLÓN  EDIPO ‘ EDIPO .’Literatura.us/virgilio/edipo.

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